"No busques fuera de ti mismo. Pues será en vano y llorarás cada vez que un ídolo se desmorone. El Cielo no se puede encontrar donde no está, ni es posible hallar paz en ningún otro lugar excepto en él. Ninguno de los ídolos qué veneras cuando llamas a Dios te contestará en Su lugar. Ninguna otra respuesta que puedas utilizar como sustituto te proporcionará la felicidad que sólo Su respuesta brinda. No busques fuera de ti mismo. Pues todo tu dolor procede simplemente de buscar en vano lo que deseas, y de insistir que sabes dónde encontrarlo. ¿Y qué pasaría si no estuviese allí? ¿Preferirías tener razón a ser feliz? Alégrate de que se te diga dónde reside la felicidad, y no la sigas buscando por más tiempo en ningún otro lugar, pues buscarás en vano. Mas se te ha concedido conocer la verdad, y saber que no la debes buscar fuera de ti mismo" (Un curso de milagros)
La palabra infinito, que describe una de las cualidades del Espíritu, es muy difícil de integrar a nuestro cotidiano, y a la vez, es el desafío de Ser humano. Estar presente aquí y ahora, sin perder la perspectiva del camino. En nuestra realidad exterior, el equilibrio a nivel mundial, está balanceado por la relación entre oriente y occidente, occidente y oriente. El equilibrio en el mundo social humano, pende de esta relación, este balance, estos encuentros y desencuentros. En nuestra realidad interior, el equilibrio de nosotros mismos también es el resultado de la relación entre estas dos fuerzas. Veámoslo afuera para integrarlo adentro: Delgada es la línea del equilibrio, porque cada vez que nos acercamos a ella, se vuelve a abrir un espacio nuevo. Cada vez que me acerco al punto del centro, observo que: eso que desde lejos parec...
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